Plateados eran los reflejos, que teñían sus bellos
cuerpos salidos de la mas pura luna imponente en el cielo.
La cual acuna la pasión de aquellos que sienten
el calor en su pecho, pues amor ese eterno sentimiento
arde dentro de ellos.
Fuego casto y puro cuan lirio blanco
purificalos y dejalos descansar bajo el cielo
estrellado notando el tacto el uno del otro.
Sera mágica la sensacion al oler la dulce fragancia, que
los embriagara y hará que esbocen la mas linda de las sonrisas
gracias al afecto inmortal que yace en su pecho.
L.I.H
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