Sentí como te desvanecías en el aire invernal.
Lágrimas brotaron desde lo mas profundo de mi alma ahora torturada por el pesar de no verte jamas.
Se que apenas te conocí pero deseaba ver tu rostro siempre angelical acariciando las nubes.
Tu rosario de recuerdos siempre encarnados en lo mas profundo del alma que ahora se encuentra en la cuerda floja mecida en un mar de dudas ahora mortecinas.
Las cuales temen a ese sentimiento llamado amor cálido y a la vez frió.
Anida dentro de cada ser mas no quiere decir que no vaya a doler.
Vacuo es mas no debes dudar ni renunciar a el por designios de la vida ya acontecidos que dan lugar a una fría humanidad casi pétrea.
Azahares te hacen olvidar y ala vez recordar bellas vivencias ya acontecidas te dejan sin respiración pues la vida senda tortuosa es.
Acuñada en bellos momentos frágiles como el viento invernal que azota los tejados de esta angosta y lúgubre ciudad.
L.I.H
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