domingo, 16 de mayo de 2010

Preludio


Ardió dentro de mi.
Ahogue mi ira con fuego.
Mi cara se torno blanca.

Mis labios quedaron negros,
mi sonrisa se fundió en la oscuridad nocturna.

Una sonrisa burlona resplandecía en la oscuridad
llamada destino.

Mis ojos escrutaron el mundo viéndolo
como una película en blanco y negro.

Muda se torno la imagen, lenta fue la tragedia.
Muy grande la perdida el ser amado desapareció y se
que jamas volverá pues en polvo se convirtió.

Ardio como la cera de una vela hasta que se extinguio en la mas cruenta
oscuridad para no regresar jamas.

L.I.H

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