Los rayos de la luna penetraban, en la habitación en la cual ambos nos encontrábamos tendidos en la cama el uno al lado del otro. El silencio reinaba en el ambiente hasta que me aproxime a ti,comencé a recorrer tu fino cuello con mis labios eso te hizo ruborizar y expulsar un leve gemido.
Mi alma ardió como el fuego de Hefestos imperecedero e inmortal al escuchar ese sonido, decidí retirarte cuidadosamente un fino camison de lino el cual marcaba tu estupenda figura. Contemple la belleza de tu cuerpo mientras tu acariciabas mi pecho
marfileo el cual tanto te ama.
Después me besaste apasionadamente mientras arañabas mi espalda pues mucho fue el placer sentido al notar, a mi cuerpo unirse al tuyo durante ese acto tan puro denominado amor.
Embriagadora y dulce sera la sensacion sentida pues de esta unión surgirá la paz tan ansiada la cual es descansar al lado del ser amado por toda la eternidad.
L.I.H
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