
Oh luna blanca espectral te muestras
en el cielo otoñal.
Iluminas el camino de la mas bella dama, nacida de las flores
las cuales brotan al sentir su presencia.
Benigno y grácil es el resplandor con el cual abnegas su cuerpo, pues
es casta y pura como un lirio frágil e inmortal que conforta el corazón
del mas antiguo hidalgo de oxidada armadura , al encontrarse olvidado en el tiempo.
Mucha ha sido la soledad que apesadumbraba su alma, mas ahora puede
respirar pues tu mano fue tendida en su hombro , y recitaste palabras olvidadas
por la cruenta soledad.
Ahogado se encontraba hasta vislumbrar la bondad de tu alma, con un gesto rozo tu semblante sereno y robo un beso de esos labios los cuales le hacen suspirar al detener el tiempo por el batir de las alas de una mariposa.
L.I.H
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