domingo, 20 de junio de 2010
Mortandad
Pálida refulge la sonrisa
a la luz de la luna.
Ojos brillantes escrutan el
horizonte en busca de un lugar donde
poder descansar.
Largo a sido el camino, el cuerpo
cansado y decrépito se encuentra.
Los hados crueles truncan su destino
y lo conducen al frío lecho acompañado por su dama
inmortal llamada soledad.
Nota su tacto pétreo y mortecino en la sima mas profunda, de su ser
que es su alma maldita por negar lo evidente que su corazón mortal
hace tiempo se perdió en la inmensidad del océano.
L.I.H
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Anche io amo la fotografia. Ti lascio un saluto e buona serata.
ResponderEliminarGio'
http://remenberphoto.blogspot.com/