miércoles, 2 de junio de 2010

Olvido


Bruma descendía por los tejados de la olvidada ciudad
caminaban sin fin las almas errantes,
pues ansían encontrar la calma.

Un Ángel descendió entre sus gentes y vislumbro
la bondad humana, su pecho se estremeció
al no encontrar sentimiento alguno.

Sus ojos fríos y longevos se humedecieron al contemplar
a la mas bella mujer mortal por la cual entregaría sus alas.

Un fuerte ardor sintió en su pecho agitado, se dirigió a ella
y con voz tenue le dijo
!Oh dulce ninfa, luna de azahar brindame tu amor mortal pues unido me allo ati
en esta edad, tan convulsa y olvidada! sera grácil poder velarte siempre mas allare la paz tan ansiada.

L.I.H

No hay comentarios:

Publicar un comentario