lunes, 28 de junio de 2010

Senda


Ángeles o ministros de piedad
vosotros que traéis ante mi
a la mas bella deidad.

Flor nupcial nacida
del mas puro amor inmortal
pero aveces letal.

Dejame acariciarte, aunque eso signifique
la muerte.

Lo ansío con premura.
notar la calidez emanar de tu corazón
la cual deshace la pesada y lúgubre soledad
que enmarca a mi alma.

Olvidada y decrépita por el paso del
inexorable tiempo que ahoga mi vida mortal

Cadavérica y lóbrega al notar el frio
en mis huesos los cuales tan solo
desean poder yacer ante el ser amado durante
un instante en la linea del tiempo.

L.I.H

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